Entradas

Mostrando entradas de julio, 2021

Cartas pa’ seguir viviendo: Terapia narrativa

     ¿El papel va a darme el consuelo que necesito? Mágicamente, con un montón de imaginación, puedo convertir este papel y las letras en un enorme paraguas que pueda desafiar la tormenta que se desata dentro de mi alma. Quiero doblegar estas lágrimas, pero puede que me hunda con ellas. A veces, también requiero respuestas. Puede que incluso una reacción en cadena, ya que gritar al vacío no fue suficiente para resolver esta contienda. ¿Se entiende qué es lo que me sucede? Me gusta que la pared no grite ni me responda, pero que me comprenda, me mire de frente y me abrace, escuchando este alarido que no quiero acallar. Sigo invocando las palabras precisas, esas que pueden llenar ese maldito vacío expandiéndose y me desmorona, aunque ya no confío que las cartas basten pa’ acarrear este quebranto. Solo escúchame un poquito, aunque sea. No busco resolver el mundo, de eso estoy seguro, solo que me entiendan, sin la necesidad de críticas ni etiquetas. Que escuchen esta voz cantarina q

Cartas pa’ seguir viviendo: Autosuficiente

     Puedo levantar el peso del mundo sobre mis hombros. Es más, me desafío a hacerlo posible con una sola mano, mientras que con la otra puedo hacer malabares, cuando alrededor mi universo arde en llamas. Podría caminar sobre las brasas, nadar; bracear y bracear, aunque ya no me queden ganas, pero, qué es lo que quiero probar. Este sentimiento que me amarra la garganta, lentamente me hace perder el conocimiento. Necesito ir más lejos, aún si significa que estoy huyendo. ¿De mí mismo? Que ya no puedo ver mi cara en su reflejo, pequeñas sombras danzantes que me apuntan y se burlan, sintiendo iracundas las entrañas que me siguen dominando. Entonces, ¿tengo que sostenerlo yo solito o vale la pena compartir este suplicio? Porque requiero de la mano amiga, esa misma que lava la otra, que me hace ser poderoso pa’ enfrentarlo todo. Si me consiento preguntarlo, nuevamente siento la insolente vulnerabilidad que me hace tiritar, por lo que, solo voy a coger tu mano y confiar que a tu lad

Cartas pa’ seguir viviendo: No totalmente

     ¿Será cierto lo que dicen? Que lo que está roto permanece roto. Si ese es el caso, cuál es el punto de reparar lo que no tiene solución ni sanación. Estoy convencido que todes estamos rotos, dentro, en lo profundo. Y tal como se pierde, cuando el dolor se hace casi insoportable, aprendes a vivir con las piezas desparramadas. No obstante, cuando algo, alguien se rompe, también supone una liberación. Simplemente hay que darse la oportunidad. Sonó simple, ¿cierto? Casi reduccionista. Y juro que no hay receta, porque, cuando el corazón se quiebra y el alma se quebranta, no basta con un golpecito en la espalda. Puede que necesites de un ejército, o una red de seguridad que va a aliviar el golpe, pero, lo hecho está hecho. Aunque la figura permanezca con sus piezas esparcidas en el espacio, es la oportunidad para abrazarlas y, desde la destrucción, dar camino a la creación. Hay cierta belleza en las heridas, cicatrices que nos enseñan y demuestran que hay vida, historia en nuest

Cartas pa’ seguir viviendo: Algo cambió

       Me acuso de egoísmo, pero, ¿la verdad?, de sentir mariposas si reniego. Y qué hay de esa luz entrometida, que lo único que hace es distraerme y confundirme. Le cierro completito las puertas. Dejo que pase el tiempo, no obstante, sé que ya está dentro de mí como patógeno que mi cuerpo rechaza. ¿Acaso ya no basta? Quizá pueda dejar que este cuerpo infectado quede varado, mudar de piel o dejarlo tirado como cascarón roto. Así podré irme corriendo, oculto entre la brisa de la mañana, pero su efecto ya es certero. Ya es demasiado tarde para mí. Y una de estas noches, pese a que esté lloviendo a cantaros, voy a salir a maullar por esta melancolía que me se hospeda en el fondo. Y juro, prometo que voy a entonar la más dulce y dolorosa de las melodías, pa’ que me escuche a la distancia. Porque, es a este ser adornado a quien clamo presencia, cuando cada latido hace que brote este veneno de deseo incesante . Ahora me pregunto, en qué momento lo permití, si es que pude haberlo evi

Cartas pa’ seguir viviendo: Cautiverio disfrazado de libertad

     Como pajarito que vuelve a su jaula, temeroso, cohibido del mundo que le rodea. Y cuál es precisamente el temor. Hay tanto que recorrer, tanta brisa pa’ tomar vuelo, pero aquí se queda. Le parece más cómodo y seguro seguir prisionero. Mi cobardía. Doy solo unos pasos atolondrados, dibujando límites que espero puedan protegerme de esta idea de un futuro que ni siquiera existe. Quiero alzar el vuelo. Sé que puedo hacerlo. Solo debo lanzarme al vacío y abrir las alas. Un gesto, un solo acto de fe. Esta prisión está hecha de inseguridades, como la maleza que va creciendo, se va colando por mis pensamientos. Pero debo sacudir la cabeza, cerrar los ojos y dejarme llevar por los latidos . Porque, pa’ qué darle vuelta al arrepentimiento. ¿Será mejor arrepentirse de volar a quedarse prisionero? Sujeto las barras de esta celda con convicción, sintiendo el frío hielo que me corroe la piel. Solo requiero de un paso, me digo con valentía, pero mis piececitos parecen de plomo. Neces