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Mostrando entradas de abril, 2021

Cartas pa’ seguir viviendo: El principio en el fin

     Creí que tenía la última palabra. Una más. Ya no sé cómo continuar. Siempre he estado obsesionado. Me causa curiosidad el final de las historias. Es más, soy de esos que leen el final de un libro incluso antes de comenzar. Era como una cávala, quizá. Me hacía sentir seguro. En verdad, es de ansiosos. Desde que tengo memoria busco el fin de mi propia historia. Algunas veces, imagino los escenarios, preguntándome, avanzando, superando los obstáculos. Y justo cuando creo que voy llegando a la meta, despierto del sueño. Es momento de empezar otra vez . ¿Acaso es culpa de Disney, otra vez? Que tengo esta fijación con el final feliz. Y cuando siento que he llegado, que lo he encontrado, la historia sigue y me quedo sin argumentos. Dicen que “tras cada final, hay un nuevo comienzo”, y si así fuese, si al terminar todo vuelve a comenzar, qué hay de mi final. Ya con los pies cansados y los ojos adormilados de tanto soñar. Pese a que no sé cómo continuar, supongo que las palabra

Cartas pa’ seguir viviendo: Renacimiento

  ¿Será como un sueño que se materializa en el interludio de un eclipse de medianoche? Las aguas cristalinas del lago se agitan, desesperadas, invitan a que puedas zambullirte y encontrar lo que sea que yace escondido en lo profundo. Y pareciera que el fondo podría no acabar nunca, más las hojas danzantes recitan la poesía que cobra vida cada que las luciérnagas evocan la luz necesaria pa’ apaciguar lo que ha despertado. Todo sucede en constante cámara lenta, la electricidad sigue moviéndose; a ratos deprisa, y en otras, con la parsimonia que precisa. “Despierten los ojitos dormilones”, se escucha como susurro de las criaturas que no quieren dar cara, pero saben que vienes en son de paz. Porque, los latidos frágiles como hojas de otoño suspiran clemencia, mientras que tu mirada lo descubre todo como si fuese la primera vez. Está claro que perteneces, que todo es familiar. Y no necesitas de ojos desnudos para traslucir la oscuridad del manto nocturno, ya que con las manos vas sa

Cartas pa' seguir viviendo: Prólogo

      No puedo gastar otro año tratando de resistir. Doy vuelta la cara, contemplando el lado oscuro de la luna y me doy cuenta que, tras mi existencia en esta vida, siempre he tratado de sobrevivir. Cuál es el precio que hay que pagar. Deshojando los años de juventud, queriendo desvanecerse en medio de esta tragedia. Pero el universo es más sabio y te entrega en bandeja de plata un poquito más pa’ derramar. A veces, simplemente, no es suficiente. Sin embargo, resisto. Y no quiero, me niego a hacerlo otra vez. Pero sigo, por todes, menos por mí, ¿o sí? Y ya no voy a resistir, como agua que aguanta sofocada en la represa. O como las mariposas que aletean lento para no ocasionar un huracán. Porque, con estas manos que empuño, voy a derribar la resistencia. Con estas piernitas frágiles avanzo a paso fuerte y decidido, y alzo los brazos en son de paz, pa’ que esta guerra conmigo mismo se detenga en el intersticio de su apogeo. Y aunque desearía desplomarme en medio de un campo de m