Mi amor y yo: 1.10 Pa'l romántico de ahí atrás

    Algunos domingos me desaniman, especialmente porque siento que la vida se marchita y está por comenzar una inevitable rutina.

Justo el otro día iba caminando, escuchando mis canciones favoritas, esas que repito una que otra vez en el reproductor hasta el cansancio, pero me causan alegría. De pronto, uno de tus mensajes me hizo reír a carcajadas, seguramente fueron unas de tus reflexiones sobre la vida y las series y, aunque ya te habrás dado cuenta, se me da de maravilla reír solo por reír.

Sé que a veces las palabras se me enredan, y que estoy casi seguro que todo se entiende y siente más bonito cuando lo escribo y leo en un pedazo de papel. Supongo que no soy tan inteligente cuando se trata de expresar mis emociones, pero, cuando las escribo, todo tiene más sentido.

Y me pasaría la vida entera escribiendo cartas y canciones en mi cabeza, como cuando mi gato ronrronea y enfatiza la “R” solo para fastidiarme o cuando voy caminando cuesta abajo, al atardecer, y me hago más pequeño ante el horizonte, porque así soy no más.

Juro que regaría de alegrías este sentimiento que el corazón me desboca y me acerca a tu presencia. Y aunque se siente como una fantasía, sé que eres tan real como el sol que nos abriga cada día.

Entonces, cómo estuvo tu día, cariño. Y cuando respondes, una melodía resuena en mi pecho y me recuesto para deleitarme escuchando tu voz que me encanta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los mensajes que callé: La distancia entre tú y yo.

Los Mensajes que Callé (LMC): La despedida.

Los mensajes que callé: Síndrome del corazón roto.