Los mensajes que callé: Ilusión.
Juego con tus cabellos
como el viento travieso
de caricias furtivas
escondiéndose entre medio
de las sombras,
en las pestañas,
justito sobre el pecho
y el ocaso se pierde
con nuestro beso.
Y tengo miedo que se difumine
como acuarelas que se desparraman
de violeta azulado
sobre tus manos.
Aguántame la mirada
y sostén la respiración.
Concédeme
que tus palabras dancen
calladitas,
abrigándome la piel tan fría
que te pide a gritos
risas cómplices que coquetean
cuando tus latidos aletean.
Solo pido que no se nos acabe el encuentro antes de empezar.
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