Los mensajes que callé: Fantasía.

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Me acaricio

buscando tu consuelo,

corrompiendo el cielo,

profundo,

inmenso,

y caigo libremente

en quejumbrosa oscuridad.

 

Tus dedos me recorren,

las gotas de lluvia no cesan,

no paran de correr.

 

Tengo los sentidos despiertos,

palpitantes,

y abierta la puerta,

sin necesidad de bienvenida,

chocando en dulce agonía,

me derramo en ti.

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