Vida pasada: La rutina.
En la semana
mis emociones desparramadas,
enredadas
por todo mi
cuerpo
desproporcionadas
ahogándome
y sintiéndome
entumecido.
Cada día me
siento más perdido,
Abrumado
como máquina
que debe seguir produciendo,
aunque me
encuentre gastado,
a veces indeciso
o roto,
completamente
vacío.
Ya no encuentro
refugio para lo agobiante de esta vida.
Y sé que debo
aguantar la respiración,
poner cara de
valiente para enfrentar el día a día,
pero, quizá
nunca sea suficiente.
Me siento sin
descanso,
solo cerrando
los ojos al anochecer.
No me
malentiendas,
juro que soy un
agradecido
de cada momento
vivido
y me siento el
más afortunado,
y así, más
agobiado
de la culpa que
irrumpe,
juzgándome como
mi peor enemigo.
Entonces, como una
rutina,
un mantra,
el ciclo sin
fin,
apago las
luces,
vuelvo a gritar
contra la almohada
que me escucha
contra su voluntad
mi
desesperación
al encontrar una
respuesta,
esperando un
día menos doloroso
que venga
cuando todo llegue a su fin.
Comentarios
Publicar un comentario