Vida pasada: Tu consuelo.



Sus ojos tímidos

apreciándolo

desde una tenue distancia,

observándolo

y se percata que los años no se han ido en vano,

las noches sin dormir le han pasado la cuenta

nublándole el juicio, sus ojeras.

 

Moviéndose frente a él

parece como un muñeco roto,

quebrantado por el pasar del tiempo,

roto y olvidado se quedó.

 

Le entristece saber que ha pasado

de mano en mano

y que nadie le ha sabido disfrutar.

Y si fuese de él

habría jugado horas y horas sin descansar,

pero esas garras que lo han poseído,

¿fue lo mejor que le pudo pasar?

 

Que juegan y juegan hasta cansarse,

pero ¿cumplió ya con su propósito?

 

Quisiera poder transgredir

la gentil distancia que lo protege,

traspasar los límites y darle un fuerte abrazo

que le haga creer de nuevo en el mundo

y hacerle saber

que el mundo es maravilloso porque está en él.

 

Si lo escucha sería suficiente

para enfrentar un día más, ¿lo podrías creer?

 

Entonces, deja que las grietas del dolor puedan abrir el corazón

y liberar esa oscuridad que te empeñas en aferrar.

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