Vida pasada: Desleal.


Escucho un murmullo

entre medio de mis latidos

y trato de engañarme, diciéndome

que es mi respiración,

pero me vuelvo a engañar,

una vez más.

 

Cuando logro conciliar el sueño

caigo por un abismo y te culpo,

estoy seguro que me cortaste los hilos,

pero el culpable se encuentra en mi reflejo

con las manos cubiertas de tu sangre.

 

Intento huir de las pesadillas,

pero la culpa martillea con fuerza

y ya no sé qué hacer.

 

Puede que una disculpa pueda exonerarme

del tiempo, de la vida que te arrebaté,

y la verdad es una sola

y es que te llené de zozobra.

 

Cómo pude haberte fallado,

se ha convertido en mi mantra

y mi karma.

 

Y pa’ sobrevivir a las penas de tus fantasmas

me sigo reclamando que,

en la siguiente vida

cuando nos volvamos a encontrar,

lo voy a hacer mejor,

pero en mí no te puedes confiar.

 

Pareciera fácil dejarte ir

como deshojar pétalos de una margarita,

no obstante, tu recuerdo seguirá vibrándome

en la memoria

agonizando entre mis brazos.

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