Vida pasada: Solamente porque sí.

 


Envidia que incomoda

como picazón en la piel

hambrientas sus ganas de ostentar,

de tener lo que tú tienes

y anhelar lo que posees.

 

Recorriendo las calles con las manos gélidas

y el corazón a cuestas,

a punto de quebrarse,

escucho risas tras mi espalda

y pienso que también me gustaría reír a carcajadas

y que de mis entrañas eructe una risa tan contagiosa

que me despierte del letargo.

Pero sigo caminando y esbozando una sonrisa,

pendiente a la vida que se marchita.

 

Y dicen que la ignorancia es felicidad,

pero al ver las sonrisas brotando

de sus ojos muertos

distantes del dolor

y totalmente ajenos a la oscuridad,

me siento como una polilla que perdió el vuelo.

Si aleteo hacia la luz,

sé que podría quemarme las alas

y mis cenizas serán fantasma entre la muchedumbre,

pero realmente quiero esa sonrisa necia,

reír solo por reír,

porque ha amanecido y es un nuevo día para vivir.

 

Envidio la sonrisa que luces en tus labios

caminando a mi lado,

un recordatorio constante de mis pétalos

que se desprenden apagados,

esperanzado de la primavera

solo para volver a florecer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los mensajes que callé: La distancia entre tú y yo.

Los Mensajes que Callé (LMC): La despedida.

Los mensajes que callé: Síndrome del corazón roto.