Vida pasada: Augurio.
Sueño recurrente recorriendo un paradero que la luz del sol acaricia suavemente mi rostro dándole vida a mis ojos. Es como un ensueño de un sueño dentro de otro, como deslizarse gentilmente por un túnel tecnicolor y encontrarse en un país lleno de maravillas. De pronto, mis luceros están nublados, me tambalea la vista y pierdo el sentido del tiempo. El corazón resuena con fuerza bajo mi pecho y aunque sé que estoy extraviado, desvanecido en la belleza de la acuarela, caigo por un barranco y la mugre cubre mi rostro. Mis sentidos están alertas, en pánico paralizado frente al paramo y quisiera volver del agujero que caí, ya todo lo perdí. La ansiedad me agobia y me siento sediento. Podría tomarme litros y litros de amargura solo para calmarme los nervios, pero la resaca podría romperme la cabeza y es lo último que necesito. Entonces, bebo hasta perder el conocimiento, nuevamente escapando de la realidad.